CITAS LITERARIAS (25) PEREGRINACIÓN DOS VECIÑOS DE CERPONZÓNS (I)

PUBLICADO EL 21 MAIO 1920

DIARIO “EL ECO DE SANTIAGO”

AÑO SANTO DE 1920

PEREGRINACIÓN DEL ARCIPRESTAZGO DE MORAÑA

Ya decíamos ayer que se advertía la presencia en esta ciudad de numerosos peregrinos del arciprestazgo de Moraña que se habían adelantado al grueso de la peregrinación dispuestos a cumplir aquí los preceptos de confesar y comulgar para lucrarse de las indulgencias del jubileo Plenísimo del Año Santo.

La inmensa mayoría de los devotos romeros vinieron hoy a Compostela en un tren especial que llegó en las primeras horas de la mañana.

Forman el arciprestazgo de Moraña 39 parroquias que pertenecen al partido judicial de Caldas y son las siguientes :

Agudelo, Alba, Amil, Arcos de la Condesa, Arcos de Furcos, Baliñas, Barro, San Verísimo, Bemil, Briallos, Caldas de Reyes, Santa María Caldas de Reyes, Santo Tomás, Campo, Cequeril, Cerponzones y Berducido, Cesar, San Andrés, San Clemente, Santa María de los Baños de Cuntis, Cosoirado, Estacas y Piñeiro, Fragas, Garganiáns y Moraña, Geve San Andrés, Geve Santa María Purísima, Laje, Lamas, Lérez, Moraña, Santa Justa, Muimenta y Couso, Perdecanay, Portela y Couselo, Portela, San Mamed, Rebón, Soyáns, y Troáns.

A pesar de la distancia que les separa de Santiago y no obstante ser época poco propicia para abandonar las labores del campo hoy se trasladaron a nuestra ciudad muchísimos de los habitantes de estas parroquias para figurar en la peregrinación y devotamente asistir a los actos religiosos que como coronación de la misma se celebraron en la Basílica Compostelana.

La peregrinación se organizó, en las primeras horas de la mañana, en la Alameda y recorrió luego las calles de Puerta Fajera, Rúa del Villar, Gelmirez y Plaza de Alfonso XII penetrando en la Catedral por la puerta del Obradoiro.

A recibir la peregrinación acudieron comisiones del Ayuntamiento y del clero de la ciudad así como otra colonia de naturales de aquel arciprestazgo que reside en Santiago.

Presidía esta última comisión el muy ilustre canónigo D. Manuel Caeiro y formaban la del clero los párrocos de Salomé D. Constante Amor y de Santa María del Camino D. Felipe Castro y la del Ayuntamiento el teniente alcalde D. Felipe Gil Casares con los concejales señores Harguindey y Villar Pellit.

Condujo el estandarte del grupo de hombres el diputado provincial por Caldas-Cambados don José Echevarría a quien acompañaban el alcalde de Caldas D. Estanislao Blanco y el registrador de la Propiedad D. David Legerén.

El del grupo de mujeres, que por cierto era numerosísimo, lo conducía la distinguida Sra. Dª Marina Novoa, de Echevarría; acompañándole las Sras. Dª Severiana Amado del Villar y Dª Constantina Mosquera.

El desfile de los peregrinos por las calles de la ciudad fue presenciado pornumerosísimas personas.

Las casas del tránsito lucían todas colgaduras y mientras la peregrinación no llegó a la plaza de Alfonso XII repicaron incesantes las campanas de la Basílica.

La banda de música municipal acompañó a los coros que entonaban el Himno de las peregrinaciones.

En la Catedral oyeron misa los peregrinos.

Celebró el Santo Sacrifício el cura párroco de Troans y dirigió el Santo Rosario el de Santa Justa de Moraña.

En nombre del Sr. Cardenal Arzobispo dió la bienvenida a los devotos romeros el Secretario de la Cámara y canónigo D. Cándido Rodríguez, quien expresó la satisfacción que le producía ver llegar en número considerable y de todo el arzobispado millares de peregrinos anhelantes por lucrarse de las gracias del jubileo Compostelano.

Bendijo los objetos piadosos de los peregrinos y declaró terminada la peregrinación.

Funcionó después el botafumeiro y mientras cantaron los peregrinos el Himno acompañados del órgano.

Una vez terminada la peregrinación el arcipreste D. Manuel Castro Ballesteros, con todo el clero y las comisiones, subieron al palacio arzobispal cumplimentando al Sr. Cardenal Arzobispo.

El Sr. Martin de Herrera les felicitó entusiásticamente por el brillante éxito de la peregrinación y les significó su contento al advertir de qué modo responde el pueblo a los llamamientos de la Iglesia.

Reciban los organizadores de la peregrinación de Moraña nuestros parabienes.

NOTA :

O dia 20 de Maio o xornal EL COMPOSTELANO, facíase eco tamén :

LA PEREGRINACIÓN DE MAÑANA

Llegará aquí un tren especial que se formará en Pontevedra.

Las parroquias y vecindario del término arcipestral de Moraña, que la constituirá, son las siguientes :

Agudelo, 140 casas de familia ó viviendas.

Alba, 140

Amil, 127

…..Cerponzones y Berducido, 360

…..Total 7.197 vecinos, 39 parroquias de la provincia pontevedresa.

El Arcipreste es D. Manuel Castro Ballesteros, párroco de Sto. Tomás de Caldas.

30- CURAR ORZUELOS, BELIDAS…

Preguntaba fai uns días os veciños e veciñas da parroquia si recordaban como se curaban antes as enfermedades dos ollos.

ORZUELO/TIRIZÓ : Gran ou furuncho que sae na beira das pálpebras (RAG). Dependendo do lugar conocen esta enfermedade polos nomes de Arsón, Chorisol, Orzón, Tiricó, Tirizó, Tirizoilo, Tirizón, Torizó, Toromelo…

BELIDA : Mancha abrancazada na córnea. SINÓNIMO albuxe

CATARATAS: Falta de transparencia do cristalino que pode impedir total ou parcialmente a visión. SINÓNIMOS belida, calixe (RAG).

ARGUEIRO : Partícula pequena, particularmente a que entra nos ollos ou cae nun líquido. SINÓNIMOS aruxo, lixo (RAG).

Seguramente case todos tivemos o longo da nosa vida unha infección nas glándulas sebáceas da pálpebra, coñocidos como Orzuelos (Tirizós), antigamente esta enfermidade se trataba en moitos lugares con ensalmos e utilizando o lume, para iso servíanse de carozos, leña, pallas, cartons…realizando con eles pequenas torres, casiñas, hórreos ou canastros.

No libro de Jesús Rodríguez López, Supersticiones de Galícia, dice : Que para curar esta enfermedad, ponen sobre una poca de ceniza tres pajas derechas y juntas, cuidando que una de ellas tenga un nudo. Les ponen fuego y mientras arden repiten tres veces sin tomar más que un solo aliento : Quéimate Tirizó, con tres pallas e un nó.

O Tirizó non debemos confundir coa Tirisa, coñecida así en Mourente a enfermidade daqueles que tiñan os ollos amarelos, noutros lugares denominada Ictericia. Para tratar esta enfermidade había varios procedementos, un dos máis curiosos era o de ter que ir ouriñar sobre un cardo.

Ao preguntarlle aos meus veciños e veciñas si recordaban algún remedio que facían na súa casa relacionada cos ollos, contestáronme o seguinte :

1-Eu recordo que cando tiña algún dor nos ollos, miña nai usaba unha infusión de manzanilla e poñía nun vaso que había xa especialmente diseñado para poñer no ollo.

2- Para los orzuelos frotar con ajo. Para las legañas ojos llorosos lavar con manzanilla; también con hierba luisa . Mí suegra contaba que coger agua de las siete fuentes de las Ermitas hacía la Lama es buena para ojos, oídos y garganta.

3- Lavalos con manzanilla.

4- Os orzuelos curanbanse con un allo pelado, frotándose varias veces.

5- Lembro que para os orzuelos, frotabao con allo. Era bo remedio, pero picaba…Tamén na casa prendían unha vela a Sta. Lucia, ou se lle ofrecía unha misa, dependendo do mal que houbera.

6- A mi cuando tenía los ojos cargados me los lavaban con manzanilla y cuando tenía orzuelos una moneda de cobre y ajo.

7- Recuerdo que cuando teníamos orzuelos mi abuela tenía unos salmos, también recuerdo que se sentaba en mi cama, cuando era noche, y se ponía a decir unas palabras que ya no recuerdo hoy en día. Lo que sí recuerdo era que al decir esas palabras bostezaba muchísimo, también nos la decía cuando teníamos algún “Mal de Aire”. Esto que me hacía mi abuela ya venía de mi bisabuela.

8- Ir lavalos as sete fontes da virxen das ermitas unha das fontes era e segue sendo tan milagreira que cura cualquer doenza dos ollos.

E como non, o rozar un anel de ouro sobre o orzuelo, que logicamente salia por mirarlle a barriga e os ollos dunha muller preñada.

Ah! Se o do anel non funcionaba tocaballe o turno o allo frotado, que non gustaba nadiña algo sempre rozaba o ollo e en vez de curar poñíase mais rubio de tanto frotar por culpa do allo..

Así que cando decían os vellos, fulaniña esta preñada, nin mirar pa ela, e canto mais decian mais se miraba.

9-Recordo utilizar a infusión da manzanilla para tratar a conxutivite, é o mesmo con auga de pétalos de rosa.

10- Hola Juan, no recuerdo tener nada en la vista, recuerdo que mi abuela Agustina me decía, no mires una mujer preñada o te saldrá un orzuelo, jajaja.

11- Os orzuelos curanse con un dente de allo, miña avoa sempre o decía.

12- As infusións de manzanilla, son as que lembro.

13- Eu non recordo que tivera mal os ollos, pero recordo de que facían unhas bendicións coas mans e collían un pataco de cobre para poñerlle encima do arzuelo.

A miña nora poñianlle manteiga de porco cando tiñan un arzuelo, cando avanzaba muito o avó quitaba a boina da cabeza e pasaballa desde a cabeza aos pés e dos pés a cabeza, así durante un tempo de arriba pa baixo e dabaixo parriba, seica así durante sete veces.

14- Hola, para los orzuelos tengo usado oro y ajo. También tengo lavado los ojos con manzanilla.

15- Mi abuela cuando tenía algo en los ojos le echaba manzanilla. Mi marido me comenta que para los orzuelos frotaban con ajo y que es radical.

Para los uñeros usaba unto de cerdo, esto lo que tengo hecho yo también con mi hija cuando era muy bebé, de aquella tenía uñeros y era fantástico !

16- Hola Juan, mira, muito non che podo contar, recordo que a min decíanme que che salían os orzuelos si che miraba unha embarazada jajaja. Bueno, era un dito.

O único era que cando estabas con algún dolor nos ollos, o que che facían eran lavalos con manzanilla.

17- A verdade é que neste tema non teño ningunha experiencia. O único é que cando tiñas moitas legañas ( seguramente unha conxutivitis) lavábanche os ollos con manzanilla.

18- Recordo que cando me salía un orzuelo miña avoa frotabamo con allo.

NOTA : Un ensalmo que se utilizaba en muitos lugares, seguramente tamén na parroquia :

Orzón, orzón

picarón

vaite daquí

en tres anos e un día

non volvas a mín.

REFERENTE AS BELIDAS, ÉSTE RELATO SUCEDEUME A MIN :

A miña irmá contoume que eu tiven Belidas, contaba eu con dous anos, cóntovos como foi :

As Belidas son unha enfermidade producida por irritacións do sangue, dependendo o lugar coñéceselle como : Abelidas, Abenidas, Belaiñas, Belida, Belillas, Bilidas…

Resulta que un día os meus pais déronse conta de que eu tiña unha mancha nun ollo, parecida á da miña tía Engracia, e decidiron avisar a unha veciña, a señora Peregrina A Labaradas, dado que ela curaba as Belidas, quedando de achegarse á taberna durante nove días seguidos e pola mañá cedo.

O seu tratamento consistíu durante os nove días en facer o mesmo todos eses días da seguinte maneira :

Chegaba á taberna, iba para cociña e sentábase, na mesa colocaba unha cunca que contiña auga e quizáis uns brotes de zarza ( utilizados en moitos lugares), colocaba nove grans de trigo ( tiñan que ser de trigo, outros non servían).

Despois procedía a coller un gran co dedo índice e pulgar, mollábao e seguidamente facía o sinal da cruz sobre o ollo doente, despois outro gran e así sucesivamente.

Mentres facía iso tamén recitaba un ensalmo :

Santa Lucía tres hijos tenía, una bordaba, otra cosía y otra curaba las belidas a quién las tenía.

Así foi como me curou.

24- O SOLDADIÑO FUXIDO

Fai pouco estiven de novo facendo unha visita a unha veciña da parroquia, chamei ao portalón da súa casa axudado do chamadoiro, por certo dos poucos que quedan na parroquia.

Ao momento escoitei que desde o interior da súa casa alzaba a voz preguntando quen era, eu respondinlle que era Juan o dá Rons, repetíndolle dúas veces máis o meu nome debido a que non entendía o que lle dicía.

Esperei un momento, o que lle levou baixar as escaleiras e achegarse ao portal, ao verme sorriu e díxome que pasase, respondinlle que non facía falta, que alí fóra podiamos falar dun tema que me comentou uns meses atrás.

– Xa non sei o que era Juan, comenteiche tantas cousas que agora non caio.

– Non te preocupes, eu recórdocho.

Ao comentarlle o que era, inmediatamente veulle á memoria aquel recordo que hoxe quero compartir con todos vós, así foi como mo contou :

O SOLDADIÑO FUXIDO.

O que che vou a contar sucedeu fai moitos anos Juan, eu era moi pequena, non recordaría todo o que che vou a contar si non fose porque os maiores íano comentando ano tras ano naquelas reunións que tiñamos aí abaixo, onde está o cruceiro.

Resulta que estaban uns cantos veciños reunidos ao redor do cruceiro, como de costume facíase logo de terminar as cousas do campo, xunto a eles estabamos varios nenos e nenas, nós ao noso, xogando co que tivésemos a man e os maiores falando das súas cousas.

Recordo que eu fun quen deu o aviso aos demais, estaba sentada coa vista ao camiño que leva ao lugar da Costa, era moi pequena Juan, pero recórdoo coma se estivese véndoo agora mesmo.

Vin vir camiño abaixo un soldadiño Juan, todo desnudiño, mentres nós estabamos alí sentadas, todos tranquilos, cos velliños.

Ao chegar á nosa altura o primeiro que dixo foi pedirnos un cacho de pan, a súa cara dicíao todo, debía de levar días sen botar nada á boca, pobriño que pena nos deu a todos.

Un veciño, non recordo agora quen foi, preguntoulle que facía por alí, que de onde era e como andaba así espido.

O soldadiño contestoulle que levaba días escapado dos gardas, que estaban buscándoo e que viña escapado desde Ourense.

Nai De Deus ! Desde Ourense ! Exclamou o señor…hai Juan, agora non recordo o seu nome, que rabia.

O que si recordo é que o meteron na casa da Sra. Dolores, só foi metelo na casa e comezamos a escoitar o trote duns cabalos polo mesmo camiño que chegou o soldadiño, viñan en busca del.

Un dos gardas preguntou, sen baixarse do cabalo, si viramos a un home pasar por alí, Jesús ! Que respeto metía aquel home encima do cabalo, eu estaba toda asustada !

Varios maiores respondéronlle ao mismo tempo que por alí non viron pasar a ninguén, que lles pareceu ver pasar a alguén moito máis abaixo, desde unha leira na que estiveran traballando pola tarde, pero que por alí non pasara ninguén que non fose do lugar, contestaron os gardas que si alguen de nos miraba a un home que non fora do lugar que deran parte, de seguido marcharon camiño abaixo buscando polo pobre soldadiño.

Este suceso ocorreu xa pasada a guerra, pero aínda seguían perseguindo a algúns homes, eu era moi pequena Juan, pero hai cousas que nunca se esquecen, logo de marchar os gardas formos a xunto o soldadiño, deronlle de comer e algunha roupa, bo, por chamarlle roupa, porque lle deron uns pantalóns feitos cunha tea de saco é de comer un pouco de pan e unha taciña de viño, era o que había Juan. Gustaríame saber que sería dese pobre home, sabe Deus que foi da súa vida…

6- NANAS E CONTOS

É VOS QUE LLE CANTADES, E A VÓS, QUE VOS CANTABAN ?

Os entendidos din que antes de nacer xa recoñecemos ás nosas nais pola voz, no seo materno fomos tendo as primeiras vivencias, elas falábannos, arrolábannos, cantábannos nanas e contabannos contos.

Recordas os contos ou as nanas que che cantaban de cando eras unha criatura ?

É agora, que cantas tí os teus fillos ou netos ? Contas algún conto ou nana que che contaban a tí ?

De novo, grazas a vosa colaboración, fun preguntando. Estás foron as respostas :

1-Miña avoa cantaba o de esta nena ten soniño, mais non recordo.

2- Non recordo o que me cantaban, os contos que recordo eran os de Caperuchiña, Os tres porquiños etc. eu a meus sobriños cantaballe cancións de Mecano.

3-O meniño ten soniño, oh, oh, oh, oh, abre un ollo e cerra o outro, oh, oh, oh, oh…

4-Tan tan tan culler de pau e cunca de madeira: O meu neno está na lareira.

Tin, tin, tin culler de prata cunca de pazo: o meu neno está no regazo.

Eah, eah, eah, culler de ouro, cunca de cristal: o meu neno é príncipe real.

5-Recordo que me contaban o conto do home do saco.

6-La canción del gatito que subía por la chimenea, era así : quién es el gatito que sube por la chimenea, caramelitos titos titos para comer para guardar…

7-Me contaban Los tres patitos

8-A mi me contaron los cuentos de Caperucita, Blancanieves, La Casita de Chocolate…

9- Mis tías me contaban cuentos que ellas mismas se inventaban.

10- Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos me acompañan, con la Virgen María en medio que me libra de un mal sueño.

11- Levántate José, enciende la Candela, mira quién pasa por tu cabecera, son los angelitos que andan de carrera, pasa uno, pasan dos, pasa la madre de Dios, pasa un caballito blanco que alumbra todo el campo, pasa un pasajero que alumbra todo el cielo

12- Yo canto con mi nieto la canción de la Carolina tiene un lagarto pintado…

13-Mi madre lo que nos decía en plan humor era: “érase una vez un rey que envía tres hijas , las metió en tres botijas y las tapó con pez … quieres que te lo cuente otra vez?…” cuando le decías que si o que no te decía: “ pero yo no te pregunto si sí o si no lo que te digo es que érase una vez un rey que tenía tres hijas que las… lo volvía a repetir…

14-O Nome dos dedos : Pequeniño, Medianiño, Pai de todos, Furabolos e Matapiollos…O rematar facíanche cóxegas

15-Coa palma da man extendida, facíanche cun dedo círculos e cantaban

Palma repalma chica morena, como la quieres, grande o pequeña ?

Según o que responderas, dábanche unha palmada forte ou frouxa

16-Meu pai, que sempre foi moi meniñeiro, (aínda o é agora) sempre nos cantaba a canción dos paiasos da tele : Hola don Pepito, Hola don José…

17- A min sempre me daba muita rabia cando miña nai me decía : Queres que che conte o conto da boa pipa ? Eu decía que sí e de novo volvía a preguntarme…sempre igual, eu desesperado esperando que algún día mo contase…jajaja.

18- Recordo un que era algo así : unha vez era un home que iba polo monte, queres que cho conte ? Eu respondía inmediatamente que si, quería saber o que lle pudera pasar, pero meu avó escachaba de risa e volvía a preguntarme : unha vez era un home que iba polo monte, queres que cho conte ? Eu de novo respondia que siiiii, cada vez poñíame mais cabreado !

Meu avó contestaba :

Eu non che digo si; digo que unha vez era un home que ía polo monte ¿queres que cho conte?

Xa cabreado contestéi que non !

Meu avó entonces decía : Eu non che digo non; digo que unha vez era un home que ía polo monte ¿queres que cho conte?

Pois si !

Despois de repetir un cento de veces é de días, contestoume :

Pois voucho contar. As nenas do cu cosido, meu Deus querido, non poden andar.

19- Miña nai e mais a túa andan no río berrando por culpa dunha galiña que ten amores co galo.

20- A min meus avós contabanme en galego contos inventados por eles.

21- Durme meu neno durme, que teño que facer, lavalos pañales e tamen coser.

Durme meu neno durme, que teño que facer, lavalos pañales e tamen coser

Este neno quere que o durma eu, que o durma sua nai, que foi quen o pareu.

22-A min non me cantaron nunca ningunha nana. Miña avoa cantáballe as miñas fillas, e repitese a historia, eu tampouco o fixen coas miñas fillas e si coa neta.

23- Vaste rir, resulta que como son moi mala cantando, o único que lle canto é o Dios te salve Maria, e a Santa María, que se cantaba no rosario da igrexa, é queres saber que funciona, logo se queda a dormir e mira que eu de relixión ben pouco.

24- Contos os típicos de toda a vida aunque o que sempre nos decían a un primo e a min pa que salisemos de debaixo das mesas era que os nenos que facían eso quedaban enanos e chepudos e que por meterse debaixo das mesas, morrera no pobo do lado un pequeno de tristeza porque os nenos bos, que obedeceran os seus pais medraron todos e foron listos e bonitos, pero ese quedou pequeno e rechoncho e feo por non obedecer os pais, unha bruxa botoulle ese conxuro.

A bruxa iba a ser unha persona que pasara con unha vara na man, e naquela época, toda a xente andaba coas varas, para falarlle as vacas. Así que o medo podía, hasta que nos demos conta que era conto deles.

25- Éste niño lindo que nació de día, quiere que lo lleve a la romería. Duérmete mi niño, duérmete mi sol, duérmete pedazo de mi corazón, de mi corazón, de mi corazón, duérmete mi niño, duérmete mi sol.

Éste niño lindo que nació de noche, quiere que lo lleve pasear en coche, orroro mi niño, orroro mi sol, orroro pedazo de mi corazón, de mi corazón, de mi corazón, orroro mi niño, orroro mi sol.

26- Hola Juan, a mi cuando era pequeña mi padre nos contaba unos cuentos increíbles, los inventaba él y cuándo nos tenía embobados lo cortaba y nos mandaba a la cama, el día siguiente se nos hacia eterno esperando que acabara el cuento.

Y mi madre nos cantaba las canciones típicas de aquellos tiempos, duérmete mi niño o jesusito de mi vida.

27- A mis hijos le gustaba que le leyese libros, mejor que cantar, debe ser que tengo una voz tan bonita…

28- A mis nietos les encanta que le cuente historias de lo que hacían sus padres de pequeños, así si que no los aburres, porque cuando son pequeños le regalan los muñecos con música, pero ahora las historias de sus padres de cuando eran niños como ellos les encantan.

29- Este niño tiene sueño, muy pronto se va a dormir, tiene un ojito cerrado y el otro a medio abrir

30- Duérmete niño, duérmete, que viene el coco y se lleva a los niños que duermen poco, duérmete, niño, duerme, que viene el coco.

31- Teño un conto que sempre está no meu recordo, o seu título La Flor de Lililá

Esto era una vez un Rey que tenía tres hijos. Y uno de ellos se le murió.

El Rey va y les dice a los dos que le quedaban:

— Hijos míos, vais a ir al campo y me vais a buscar la flor de Lililá. Quien la encuentre, será la Corona para él.

— Sí, padre, mañana nos levantamos temprano y vamos a buscarla.

Así lo hicieron y después de mucho andar, andar, llegaron a una encrucijada. El mayor va y le dice al chico:

— Mira, tú te vas a ir por ese caminito y yo me voy a ir por éste. El que encuentre la flor de la lilá da una voz y nos reunimos aquí.

Después de mucho buscar, el pequeño tuvo la suerte de encontrarse la flor de Lililá. Conque se vuelve pa atrás y empieza a dar voces pa avisar a su hermano mayor.

— Ámonos a Palacio, dijo el mayor

Y cuando iban por el camino, el mayor mató a su hermano pa quedarse él con la Corona.

Conque lo enterró allí mismo, pero con el dedo pulgar fuera.

Y le nació una varita mu grande y le salieron allí unas flores mu bonitas.

Al llegar a Palacio el hermano mayor le dijo a su padre que traía la flor de la lilá.

— ¿Y tu hermano?, preguntó el Rey.

— Pos se habrá perdió en el bosque, padre.

Estuvieron esperando algún tiempo y al ver que no venía, le dieron al mayor la Corona.

Entretanto, un pastorcito con sus ovejas apareció por aquellos lugares, vió la varita y la cortó.

— ¡Huy, qué flores tan bonitas! Se las voy a llevar a mi madre.

Al cortarla, empezaron a salir de la varita unas gotas de sangre. Se fue a un regato próximo, enjuagó la varita, se la puso en la boca y empezó a pitar. Y se oyó:

“Pastorcito, pastorcito, no me dejes de tocar, que mi hermano me mató por la flor de lililá”

— ¡Huy, qué canción tan bonita! Pos ahora me voy al pueblo, empiezo a tocar y me tiran perras y así me ganaré la vida.

Conque se fue al pueblo y empezó a tocar por las calles. Y se oía:

«Pastorcito, pastorcito, no me dejes de tocar, que mi hermano me mató por la flor de lililá”

La gente salía a los balcones y a las puertas y le tiraban muchas perras.

— Anda, sube, que se lo cantes a mis niños— le pedían las mujeres.

Y seguía tocando: Pastorcito, pastorcito no me dejes de tocar, que mi hemano me mató por la flor de lililá”

Mira por donde, un paje real que andaba por allí oyó la cancioncilla y empezó a sospechar. Conque le dice al pastorcillo:

— A ver, niño, toca, toca, que yo te oiga.

Y se oyó: Pastorcito, pastorcito, no me dejes de tocar, que mi hermano me mató por la flor de lililá”

Y va entonces y le dice:

— Mira, pastorcillo, ¿quieres venir conmigo a que el Rey te oiga?. Seguro que te va a dar mucho dinero.

Conque después de subir las escaleras del Palacio el Rey le dice que toque. Y se oyó: Pastorcito, pastorcito, no me dejes de tocar, que mi hermano me mató por la flor de lililá”.

El Rey, intrigado, va y le pregunta:

— Oye, ¿dónde te has encontrao tú esa flauta?

– En el campo

— ¿Hace mucho que la has cortao?

— No —mintió el pastorcillo lleno de miedo—. Fue esta mañana.

Conque el Rey va y le dice a un paje:

— Anda, dile a mi hijo que venga, que quiero que oiga esta canción.

— ¿Qué quieres, padre?

— Mira lo que canta este niño. Toca, pastorcillo. Y se oyó: Pastorcito, pastorcito, no me dejes de tocar, que mi hermano me mató por la flor de lililá”.

— A ver, tócala tú, pidió el rey a su hijo.

— ¡No, padre, no!

— ¡Sí, tócala!

Cogió la flauta y se oyó: Hermanito, hermanito ! no me dejes de tocar, que tú me mataste por la flor de lililá”.

El Rey, con los ojos llenos de lágrimas, ordenó:

— ¡Sigue tocando! Y se oyó: Hermanito, hermanito, no me dejes de tocar, que tú me mataste por la flor de lililá”.

El Rey, con gran dolor, se dirigió a su hijo:

— Ahora te quito la Corona y te hago un mendigo, pero dime antes dónde enterraste a tu hermano.

Fueron al campo, lo desenterraron y vieron que no lo había terminado de matar. Lo llevaron a un médico y lo curaron. Más tarde lo hicieron Rey y al culpable, un mendigo. Y, colorín, colorao, este cuento se ha terminao.

32- A miña sobriña cantaballe aos meus fillos:

La chata Merenguela
güi, güi, güi
como es tan fina,
trico trico trí
como es tan fina lairón
lairón, lairón lairón.

Se pinta los colores
güi, güi, güi
con brillantina
trico trico trí
con brillantina lairón
lairón, lairón lairón.

Y su madre le dice
güi, güi, güi
quítate eso
trico trico trí
quítate eso lairón
lairón, lairón lairón.

Que va a venir tu novio
güi, güi, güi
a darte un beso
trico trico trí
a darte un beso, lairón
lairón, lairón lairón.

Mi novio ya ha venido
güi, güi, güi
ya me lo ha dado
trico trico trí
ya me lo ha dado
lairón, lairón, lairón, lairón.

Y me ha puesto el carrillo
güi, güi, güi
muy colorado
trico trico trí
muy colorado
lairón, lairón, lairón, lairón.

33- Yo le cantaba así : Yo soy la cabra montesina que sube por montes y valles y como los niños a pares !

Éste conto enteiro é así:

Había una vez una madre que tenía tres hijas. Una tarde estaban las cuatro sentadas en el salón cosiendo y remendando muy alegres, hasta que se les acabó el hilo y la madre le dijo a su hija mayor:

– Hija sube al desván y trae un poco más de hilo.

La hija mayor subió las escaleras del desván y al llegar arriba se encontró con una cabra, era la cabra montesina que le dijo:

– Soy la cabra montesina que vive en monte pelao’, si te pasas de la raya ¡te comeré de un bocao’!

La niña no le hizo caso, se pasó de la raya, así que la cabra de un solo bocado se la comió.

Como pasaba mucho tiempo y la hija mayor no llegaba con el hilo, la madre le dijo a su hija mediana:

– Hija sube al desván y mira qué le ocurre a tu hermana y de paso trae un poco más de hilo.

La hija mediana subió las escaleras del desván y al llegar arriba se encontró con la cabra montesina que le dijo:
– Soy la cabra montesina que vive en monte pelao’, si te pasas de la raya ¡te comeré de un bocao’!

La niña no le hizo caso, se pasó de la raya, así que la cabra de un solo bocado se la comió.

Como ninguna de las dos hija bajaba la hija menor le dijo a su madre:

– Madre, ¿quieres que suba a ver qué ocurre con mis hermanas?

– No hijita, ya subo yo. Espera aquí.

La madre subió las escaleras del desván y al llegar arriba se encontró con la cabra montesina que le dijo:
– Soy la cabra montesina que vive en monte pelao’, si te pasas de la raya ¡te comeré de un bocao’!
La madre no le hizo caso, se pasó de la raya, así que la cabra de un solo bocado se la comió.

La hija menor escuchó a la cabra montesina y al comprender que la cabra se había comido a su madre y a sus dos hermanas se echó a llorar y salió a la puerta de su casa para ver si alguien la ayudaba.

Al poco rato pasó por allí un soldado, que al ver a la niña llorando le preguntó qué le pasaba. La niña le contó todo lo ocurrido, entonces el soldado muy valientemente dijo:

– ¡No te preocupes niña! yo subiré al desván a buscar a tu madre y a tus dos hermanas.

El soldado subió las escaleras del desván y al llegar arriba se encontró con la cabra montesina que le dijo:
– Soy la cabra montesina que vive en monte pelao’, si te pasas de la raya ¡te comeré de un bocao’!
El soldado no le hizo caso, se pasó de la raya, así que la cabra de un solo bocado se lo comió.
La niña pequeña que estaba abajo escuchando todo lloró con mayor desconsuelo al ver que el soldado también había sido devorado por la cabra montesina.
Al poco tiempo pasó por allí una hormiguita que al ver a la niña llorando tan triste le preguntó:
– Oye pequeña ¿Qué te pasa, por qué lloras?
La niña le contó a la hormiga todo lo que había pasado, entonces la hormiguita muy valientemente le contestó:
– No te preocupes, yo subiré y traeré a tu madre, hermanas y al soldado.
– ¿Pero cómo? eres muy pequeñita, no podrás lograrlo.
– Descuida, la distraeré. Lo único que te pido es que me des algún regalo de comer para llevar a mi hormiguero.
– ¡Desde luego! arriba en el desván hay un gran saco de trigo, puedes llevarte todo el trigo que necesites.
La hormiguita subió las escaleras del desván y al llegar arriba se encontró con la cabra montesina que le dijo:
– Soy la cabra montesina que vive en monte pelao’, si te pasas de la raya ¡te comeré de un bocao’!
Pero como la hormiga era muy pequeñita se coló por un lado y se subió por una pata de la cabra montesina y se puso a hacerle muchas cosquillas. La cabra comenzó a reir y reir tanto que reventó y dejó salir a la madre, las hijos y el soldado que estaban atrapados en su panza.
Así que todos celebraron muy felices y la hormiguita valiente se fue muy contenta a su hormiguero con sus granitos de trigo.