CONTOS NA LAREIRA (34) O TROLE

RECORDANDO O TROLEBÚS 

Imaxinádesvos o duro que sería ir andando cunha carga na cabeza desde a nosa parroquia ata o centro de Pontevedra ?

Imaxinádesvos ás nosas nais e avoas ir andando con choiva, vento, frío , calor etc…cargadas de cousas, tanto de ida coma de volta  ?

Naqueles anos unhas das necesidades que máis botaban en falta os nosos antepasados non cabe dúbida que era o medio de transporte, lograr que chegase o máis preto posible o tranvía , máis tarde o trolebús e despois o autobús sería sempre una das peticións máis demandadas…..
 Nos anos 20, os veciños de Cerponzóns reclamaban que o tranvía da época chegara máis cerca da nosa parroquia para que as comunicacións con Pontevedra fosen mais doadas, recordade que nesas datas non habia moitos coches particulares, e os nosos veciños cada vez que tiñan que ir a capital moitos deles iban andando, o cal supoñia perder todo o dia…

COPIA DO ARTÍCULO QUE SE REFIRE Ó TEMA:

ORZAN; AÑO XI Nº3226; 21 DE OCTUBRE  DE 1928

AMPLIACIÓN DEL TRANVÍA:

Firmada por los presidentes y secretarios de las Sociedades Agrarias de las parroquias de Campañó, Alba y Cerponzons, los curas párrocos de las mismas y los maestros de las dos últimas, se dirigió una instancia al presidente del Consejo de Administración de la Compañía “tranvías eléctricos de Pontevedra”, pidiendo se lleve hasta el empalme de la carretera de Santiago con la de Cambados,  la línea del tranvía eléctrico cuya concesión está hecha actualmente hasta el lugar de La Ferreira.

Se alega en la instancia que las importantes parroquias de San Pedro de Campañó, Sta. María de Alba ,  San Vicente de Cerponzóns, Curro, Portela…, etc, tiene en su afluencia a la capital, como punto de necesaria convergencia, el empalme citado y se considera que el nº de viajeros desde el referido punto a Pontevedra habría de ser considerado dado el crecido número de personas que diariamente circulan por el referido empalme ya descendentemente hacia la capital, ya ascendentemente hacia ferias tan importantes como las de Mosteiro, S. Antoniño etc.”

Anos máis tarde, xa funcionando o trolebús, e con parada en Alba, pídese por parte da Asc. De Veciños O Chedeiro unha ampliación de paradas que teñan como destino a parroquia de Cerponzons, o 30/12/1995 dase conta na Asamblea ordinaria de que desde as empresas CASTROMIL e GARRIDO opoñense a concesión de ampliación do percorrido Alba/Hermida, que se encargaba a empresa Autobuses de Pontevedra S.A.
Foi no mes de Marzo do 1996 cando a Asociación presenta un recurso ordinario na Conselleria de Obras Públicas contra a resolución denegatoría dos Autobuses de Pontevedra S.A. para poder ampliar o seu percorrido ata o lugar da Hermida.

Desde a Asociación hai un socio ( Ramón Iglesias Barreiro) que solicita que se acuda o Concello para que apoíe a iniciativa solicitada.

Encontrei varios artigos relacionados co trole  :

DIARIO DE PONTEVEDRA. 

Trolebús: Ómnibus de tracción eléctrica, sin carriles, que toma la corriente de un cable aéreo por medio de un trole doble. La definición de la RAE aparece un poco más detallada en la Wikipedia: también conocido como trolley o trole, no hace uso de vías especiales o rieles en la calzada, como el tranvía, por lo que es un sistema más flexible. 

Y los defensores de las energías verdes añaden que es «silencioso, cómodo, rentable, limpio y respetuoso con el medio ambiente».

El 15 de diciembre de 1943 se inauguró la línea de trolebuses entre Pontevedra y Marín, de ocho kilómetros de longitud. Habían instalado el tendido eléctrico los empleados de la empresa Lago de Vigo y el billete costaba 60 céntimos.

Acto de bendición, Decembro de 1943

Los seis primeros vehículos fueron adquiridos en Londres gracias a las gestiones realizadas por el duque de Alba, entonces embajador en la capital británica. Se trataba de unos Leyland de un solo piso que se conocían como ‘chinos’, porque su destino original era la ciudad oriental de Cantón.

El éxito de aquel sistema de transporte fue tal que una década después, en 1955, se puso en marcha una segunda línea entre el centro urbano y la parroquia de Lérez; dos años después se prolongó hasta A Ferreira y en 1962 Alba se convirtió en fin de trayecto.
Los ‘chinos’ se vieron reforzados en 1961 con una partida de ocho trolebuses de dos pisos (BUT, Q1), de segunda mano, aquiridos a la London Transport tras una operación no exenta de contratiempos de la que también se benefició la ciudad de Valencia.

Llegaron al puerto de Marín el 25 de febrero a bordo del buque alemán Ana Oldefor y tanto su desembarco como su posterior puesta en funcionamiento se convirtieron en todo un acontecimiento. Eran muy distintos a sus predecesores, más altos, más modernos, más molones…

Con el paso del tiempo, los troles acabaron convirtiéndose en un símbolo. No se entendía una visita a Pontevedra o Marín sin viajar en ellos e incluso se organizaban excursiones ex profeso desde ciudades limítrofes para admirarlos y disfrutarlos.

La compañía que explotaba las líneas de trolebuses, TEP, fue absorbida en 1977 por Transportes La Unión. Ese mismo año fueron comprados a Valencia 17 vehículos para sustituir a los ingleses de dos pisos.

EL ADIÓS 

Pero el material fue envejeciendo y el mantenimiento se redujo a la mínima expresión (la apuesta de futuro eran los autocares a gasoil) y en 1988 se suprime la línea plaza de Galicia-Lérez-Alba. Al año siguiente, el 31 de agosto de 1989 el trolebús número 102, modelo BUT-Macosas, entró en las cocheras de Mollavao y nadie volvió a saber de él. Fue el último trolebús de España.

Con él no acabó el servicio (empezaron a funcionar los autobuses) pero sí un recorrido sentimental de los últimos 46 años por Pontevedra, una ciudad que hizo del trole casi una seña de identidad para tres generaciones. El periodista Manuel Jabois recordaba en 2009, coincidiendo con el vigésimo aniversario del adiós, que en el trole «fue donde se hizo famoso el grandísimo John Balan, improvisando su espectáculo en la parte trasera del vehículo para deleite de un público entregado. Fue, su lenta desaparición, uno de los últimos resquicios de la Pontevedra de la posguerra que se conservaba entre postales de blanco y negro».

Héctor Poderoso García es un coruñés de 41 años apasionado por los trolebuses, hasta el punto de que a finales de los ochenta se desplazo a propósito hasta Pontevedra para fotografiarlos y viajar en ellos.

No siempre nos queda claro que para cambiar las cosas no es necesario perderlas. Algo así volvió a pasarle a los pontevedreses hace ahora 25 años, cuando el trolebús 102, azul con techo blanco, realizó su último viaje a las cocheras. Unos saludaron la extinción de lo que consideraban sinónimo de avería y tardanza. Los menos hasta participaron en una manifestación que encabezó el político Camilo Nogueira en defensa de un transporte colectivo ecológico, silencioso y rentable.
En los años ochenta Pontevedra era ya la última ciudad de España en contar con este sistema de transporte.

FARO DE VIGO :

Ya entonces, como recuerda el estudioso de los trolebuses Héctor Poderoso García, “había una conciencia entre la población a favor de la conservación del medio ambiente y en defensa de transporte que no produce contaminación acústica; a los pontevedreses no se les dio ninguna explicación de por qué fueron retirados”.

Más aún, el experto explica algo que debió hacerse público en su momento: unos meses antes de la supresión la empresa recibió una oferta que parecía irrechazable, “unos fabricantes extranjeros le propusieron renovar la flota de troles clásicos por trolebuses modernos y articulados con plataforma a nivel del suelo para el acceso de carritos de compra, de bebés, personas con movilidad reducida etc”, explica el investigador.

Esta más que generosa oferta se rechaza, sencillamente, por oscuros intereses económicos que alguien se encargará de probar algún día. Por el momento, los expertos indican que “lo que si está claro es que los políticos de la época se empeñaron en decir que estaban viejos, que eran muy antiguos, que exigían mucho mantenimiento”.

La disculpa final fue un cambio de sentido del tráfico en una calle… Y a la ciudadanía no se le contó jamás la oferta de los fabricantes extranjeros, que habría hecho que Pontevedra fuese hoy una de las cerca de 230 ciudades europeas que cuentan con este sistema de transporte.

¿Cómo sería hoy el trolebús capitalino? Un buen ejemplo son los 6 troles de diseño futurista que TVR Castellón acaba de encargar a la compañía checa Skoda Electric: vehículos de 12 metros con un frontal que evoca un tranvía, con nuevos estándares de confort interior y baterías de alimentación independiente para que puedan circular por trayectos sin tendido.

“En Europa se les conoce como trolebuses híbridos o bimodales”, destaca Héctor Poderoso, “son vehículos de última generación que llevan acopladas unas baterías por si acaso se avería el motor eléctrico o se va la luz puedan seguir funcionando convertidos en autobuses”.

Esta batería acaba precisamente con dos de los principales problemas del trole a los que aludían sus críticos: la necesidad de estar permanentemente conectado a la catenaria o la interrupción del servicio en caso de un parón del suministro.

O Trole visto dende a Cafeteria Las Torres.

Eran, conviene reconocerlo, episodios bastante frecuentes desde que el 15 de diciembre de 1943 se había inaugurado la línea 1, Pontevedra-Marín. 

La adquisición de los mismos no había sido fácil e intervino Francisco J. Sánchez Cantón ante el duque de Alba, entonces embajador de España en Londres, para cerrar la operación. “La dificultad procedía de que se consideraba que los chasis de los trolebuses eran material de guerra”, indicaba en 1994 el catedrático José Ángel Fernández Arruty, cuyo abuelo paterno, José Fernández Tafall, fue jefe de estación.

Finalmente, la Compañía de Tranvías Eléctricos de Pontevedra recibió los 6 primeros trolebuses, que eran de color blanco y se les apodó “chinos” porque en un principio estaban destinados a la ciudad de Cantón.

Cada 15 minutos salía un trole para Marín y tardaba en llegar a su destino 20 minutos, nada que ver con los tiempos cada vez más cortos que emplean los modernos trolebuses. 

Como ejemplo, recordar que la compañía alemana Siemens ha sido contratada para electrificar un tramo de 30 kilómetros de la autopista que comunica el puerto de Long Beach, en Los Ángeles, con la estación ferroviaria. La previsión es que esta lanzadera esté operativa en julio de 2015 y permitirá que 35.000 trolecamiones conectados a la red recorran a diario el tramo transportando mercancías.

Otra de las claves en la mejora de los tiempos en los trolebuses son los interiores más amplios y cómodos de los nuevos vehículos, que acortan los periodos de acceso y descargas, promoviendo un flujo de ocupación más ágil.

La segunda línea, hasta Lérez, se inauguró en 1955 y siete años después se extendió hasta Alba. Por lo que respecta a los vehículos, Héctor Poderoso detalla que “en 1957 tres nuevos trolebuses fueron carrozados en los talleres de la propia compañía TEP y en 1961 la empresa compra a Londres ocho troles de dos pisos, los BUT Q1, que llegaron al puerto de Marín el 25 de febrero de ese año”.

Tenían capacidad para 70 pasajeros sentados y 25 de pie.

Estos nuevos troles “llamaron enormemente la atención”, indica José Ángel Fernández Arruty, y fue tal el grado de aceptación del transporte que “incluso se especuló con la posibilidad de implantar los trolebuses entre Pontevedra y Sanxenxo”, aunque finalmente no llegó a concretarse el proyecto.

Reportajes de televisión, documentales, alguna película (caso de Botón de Ancla) y numerosas postales convirtieron a los troles en una de las imágenes más simbólicas de la ciudad.


Los trolebuses de doble planta desaparecieron en 1977. “Transportes La Unión estaba absorbiendo a Tranvías Eléctricos de Pontevedra”, indica a este respecto Héctor Poderoso, “y compra la recién clausurada red de Valencia, 17 troles que años antes ya habían funcionado en Barcelona”.

¿Cómo es que Pontevedra puede heredar troles tan antiguos? La explicación está en la mayor longevidad de estos vehículos: “El motor eléctrico tiene una vida media de 30 años”, explica el experto, “mientras que los autobuses al utilizar motores diesel de gasoil tienen una vida media de entre 10 y 12 años, además de emitir todo tipo de gases contaminantes, mientras que los trolebuses no contaminan absolutamente nada y son cómodos, silenciosos y más rentables que el autobús”.

Son precisamente los argumentos de la ciudad de Viena, con 227 kilómetros de tranvía y tendido eléctrico, para sumar 12 nuevos troles con capacidad para 40 personas, adquiridos al fabricante italiano Rampini. La tecnología de recarga más barata permitirá reducir en un 25% los costes de mantenimiento y combustible.

En el caso de Colonia, el objetivo de sus nuevos 8 troles de 18 metros es transmitir una visión futurista de la ciudad, un empeño que ha de conseguir la compañía UDL Bus & Coach con sus diseños.

Puertas amplias, imagen de vanguardia, indicadores que permiten que el viajero siempre tenga un listado actualizado de las rutas para darle opción a cambiar… Nada que ver con aquellos troles que hubo que tunear y modificar las puertas, dado que en Reino Unido se circula por la izquierda, o el pobrecito anciano que aparece en una foto de 1981 desvencijado, esforzándose por llegar silenciosamente a Marín. No debimos perderlos, no hacía falta para cambiar las cosas.


LA VOZ DE GALICIA

Comienza el año en Pontevedra con una subida del billete del trolebús a Marín y a Lérez de más del 12 %, paralelamente al incremento general de todos los transportes públicos. El precio del viaje de Pontevedra a Marín quedó establecido en 37 pesetas y el trayecto Pontevedra- Lérez en 31 pesetas.«La subida sorprendió a los usuarios de este medio de transporte interurbano que, lógicamente no la acogieron con agrado», publicaba La Voz el 11 de enero de aquel año. «Ya han comenzado a surgir las primeras opiniones que reclaman un mejora del servicio de forma que se mejoren las condiciones en las que actualmente se presta», continuaba la noticia.

Los trolebuses, cuya historia está plagada de anécdotas que se recuerdan en los anales de la historia pontevedresa con cierta nostalgia, lejos de ser considerados una reliquia del pasado se habían revalorizado como transporte libre y sostenible, hasta el punto de que por entonces ciudades como Madrid se planteaban su restablecimiento. En Pontevedra se habían implantado en 1943 y se suprimieron definitivamente en 1989.

Era o 03-01-1960 cando se publicaba unha critica pola falta de viseras nas paradas :

VISERAS DONDE RESGUARDARSE LOS USUARIOS DEL TROLE

Pontevedra.-A pesar de todo lo proyectado por la compañía de autobuses de Pontevedra continúan sin construirse “las viseras” donde puedan cobijarse los usuarios de los trolebuses a Marin.

Más de una vez hemos visto como, pese a la lluvia, los usuarios tienen que guardar cola de forma estoica para coger el “trole”. Y al día siguiente tienen que coger cama para curarse del resfriado o de la gripe.

Creemos sinceramente que el que paga tiene derecho a un mínimo de comodidades, y más teniendo en cuenta a las criaturas de pocos años y a los venerables ancianos. Al menos con la perra chica que han aumentado en los billetes debido a la desaparición oficial de los 2 céntimos, podrían construirse uña viseras que, aunque fuesen de lona, evitarían coger el ” trole” hecho un pingajo.

Fai uns anos varios veciños e veciñas comentamos os nos os recordos, estos son algúns:

1-Eu tamén iba no trole a Pontevedra, pero na outra línea porque eu son de Marín. Era un transporte mais ecolóxico que os actuais autobuses e viñan sempre puntuais, bueno, menos cando se lle soltaba o cable que os unia á linea eléctrica e tiña que baixar o conductor a recolocalo. Tiña o seu encanto este trole co seu revisor que che viña a pedir o ticket, pero o mellor do mellor era o que tuña dous pisos e cando eramos cativos sempre nos gustaba ir no piso de arriba

2-Eu sempre me alegraba cando viña un de dous pisos a línea de Alba , por soposto ia para o piso de arriba !

3-Tendrian que volver a ponerlo, que ahora es un asco 😕

4-O q mais me acordo son dos asientos de madeira

5-O que mais me lembro é do traballo que pasaba o conductor cando se lle saían as pértigas do cable, e de como pringaba as mans na graxa. De cando quedaba sen corriente e saías a correr cara ó instituto porque non chegabas a tempo. Son moitas lembranzas!!!!

6-Quen se lembra dun conductor que cando viña el xa sabíamos que chegariamos tarde ? Por certo un bo home , pero lento de carallo……

7-Eu recordo estar nel e marchar a luz e ter que esperar a que volvese para arrancar.

8-Eu recordo que non tiñan pesetas para dar a volta e dábanche un tique polo valor dela..jajaja

Enlaces relacionados : https://www.diariodepontevedra.es/articulo/pontevedra/la-ultima-parada-del-trole/201909282003501054093.html

No blog CARRIOLA DE MARIN  :

Con el recuerdo de los “troles” nos viene a la memoria muchos de sus operarios, conductores, cobradores y revisores. Graña, los hermanos Dapena, Blanco… eran los que iban al volante pisando por puntos el acelerador y teniendo mucho cuidado en las curvas que no se soltaran las pértigas de la corriente, o tendrían que salir al exterior, armarse de paciencia, y tirar de las cuerdas hasta conseguir conectar de nuevo a los cables paralelos que alimentaban la energía para mover los coches. Con ellos los cobradores e incluso las cobradoras que se incorporaron en los últimos años a aquel puesto de trabajo. Durante mucho tiempo los cobradores empezaban al principio del “trole” con una carterita en la mano e iban cobrando a los viajeros que permanecían sentados o de pie en las plataformas y el pasillo central aunque estaba prohibido. Cobraban por tramos, no como ahora que es igual ir a Pontevedra que a Cantodarea. Con el tiempo se les instaló una mesita con su asiento en la “popa” del coche y cobraban sin moverse del sitio a los viajeros que entraban por la puerta de atrás, y se iban moviendo hacia adelante con el recibo de su billete pagado en la mano. Y el revisor, aquel uniformado que, sorpresivamente, subía en cualquier parada del medio del recorrido y, con un aparatejo en la mano, iba picando los billetes de los presentes para comprobar que ninguno se había colado por la cara. Hoy, los mastodontes buses que los sustituyeron llevan un conductor que también es cobrador y hasta revisor, y los clientes entran por delante y se van moviendo hacia el centro y la parte trasera del vehículo. Todo al revés.

Prohibido hablar al conductor”. “Prohibido fumar y escupir en el vehículo” “ Prohibido cruzar por delante del trolebús, puede ser atropellado por otro vehículo que Vd. no ve” y junto a estos carteles de prohibición los anuncios de los comercios de Pontevedra y Marín animándote a que compraras sus productos incluso aquel que aconsejaba la visita a un determinado médico para que te consultara las almorranas.