UBALDO, PANADEIRO DESDE QUE NACEU

Hoxe comezo un novo apartado dedicado aos meus amigos, aqueles que desde hai moitos anos, aínda que non nos vexamos asiduamente están aí. Ter amigos é parte fundamental da nosa vida social, tampouco é necesario ter moitos, mellor poucos pero bos.
Para min, un amigo é aquel que sempre che apoia, dáche ánimos, non che dana, compartes con el o que sabes e o que tes, divírtesche, levántache a autoestima, escóitache, reserva tempo para ti, respéctache e diche a verdade.
E comezo con Ubaldo, un amigo desde moi novo, que é capaz de escoitar e darlle importancia ao que lle comparto e confio, sempre leal, que me deu a súa confianza, gardando os nosos segredos, non comparte o que non se debe é evita falar mal de min con outros.
Con Ubaldo, cando nos vemos, faime sentir ben, comparto momentos moi agradables con él e valoro a súa calidade humana e o seu bo corazón.

Así que, para celebrar a amizade, comparto esto:

Hoxe fai 26 anos que Ubaldo recibiu a prensa no seu traballo, así foi a crónica:

Panadería Santiña, “El auténtico Pan de Leña”

Hoy en día existe una gran diversidad de modernos y sofisticados hornos con los que cocer el pan, de ahí, que exista también una gran diversidad de formatos y especialidades bautizadas con toda clase de nombres algunos incluso “extranjerizados”. Los consumidores actuales es decir aquellos que nos ha tocado vivir la era del modernismo y del progreso casi nos olvidamos de como se cocía antiguamente el pan, y llega a llamarnos la atención aquel que nos recuerda al pan ancestral, aquel que se cocía en hornos a base de leña, algo que añoramos y que intentamos recuperar solicitando en el establecimiento de costumbre-panadería o confitería- “pan de leña”.

¿Pero es este un pan cocido en un horno auténtica y exclusivamente alimentado con leña?. En Pontevedra existe una panadería, la única según sus propietarios, que todavía nos brinda la ocasión de poder consumir pan cocido en un horno con piso de piedra y que funciona exclusivamente con leña de roble mezclada con eucalipto como hacía nuestros ancestros panaderos. Un pan cuyo sabor difiere enormemente del que es cocido en hornos a gasoil, butano, aceite quemado e incluso mixtos, leña-combustible.

Este horno al que nos estamos refiriendo se encuentra en la Panadería Santiña, (antiguamente más conocida como “La Flor“) ubicada en uno de los lugares más antiguos de Pontevedra perteneciente al tradicional, popular e histórico barrio de O Burgo, al otro lado del río Lérez, nada más cruzar el puente de mismo nombre, y regida en la actualidad por sus actuales propietarios, el joven matrimonio formado por Ubaldo Pampín y Monserrat Diez.

“Es un horno, dice Ubaldo, que data de 1922, al menos esa es la fecha que figura en su puerta construída como podrá observar por Talleres Pazó, y es el único en Pontevedra cuyo piso es de piedra. Se conserva tal cual fue construído y sigue funcionando única y exclusivamente con leña”

– ¿Por qué con leña y no con otros combustibles más modernos?

– Por que yo sigo queriendo mucho a este sistema de horno. Cocer pan con leña es algo distinto es algo que me recuerda mis comienzos como panadero a los quince años cuando mis padres José Pampín y Dolores Pose, ya tenían este horno. Yo naci a la profesión pegado a él y llevo 25 años cociendo pan con leña y no lo voy a abandonar ahora. Otra de las razones es que la calidad del pan que se cuece con de leña es superior a cualquier otro.

– ¿Qué tipo de leña usa?

Principalmente roble con algo de eucalipto. El roble porque mantiene la “brasa” prolongadamente y el eucalipto por que la hace “tirar” apura el fuego, digamos.

– ¿Puede decirse entonces que el pan que usted ofrece a sus clientes es auténticamente artesanal?

– Claro que of. Mire usted, excepto la amasadora, todo los demás se hace de forma artesanal, Pues hasta el sacarlo del horno se hace con la clásica pala, algo que hoy ya ni se usa.

La Panadería Santiña, como decíamos, en manos hoy en día de Ubaldo y Monserrat no se limita exclusivamente a hacer pan, sino que aprovecha las extraordinarias cualidades de su auténtico horno de leña ofreciéndolo a su clientela para que se acerque por allt para cocer sus empanadas y toda clase de repostería, por eso recuerdan e invitan a la vecindad y a todos los pontevedreses a “que no abandonen la tradición de encargar sus roscas de Pascua”, una tradición unida a los hornos de leña, muy visitados en esas fechas.

Cruzar el Puente de O Burgo bien vale la pena si con ello conseguimos localizar un buen producto artesanal, cocido a base de leña y tratado con el cariño que todo profesional pone en lo que hace. Como debe ser.

Días mais tarde (24/05/1998), no mismo xornal, salía un reportaxe relacionado con Mª Josefa Fernández Andión (Codeseda-Á Estrada, 13 Xaneiro 1896)

“La abuela de Codeseda”

Cuando uno habla con una persona de tan avanzada y longeva edad como la de Doña María Josefa Fernández Andión, piensa para sí ¿llegaré yo a esos años?.

La verdad que si se llegase en las mismas condiciones físicas en las que se encuentra la citada señora a sus casi 103 años uno no tendría “inconveniente” en desear alcanzar dicha edad.

Josefa Fernández, nació en A Grela, un lugar perteneciente a la parroquia de Codeseda en el municipio de A Estrada, el 13 de enero de 1896. Hija única de un humilde matrimonio dedicado a la agricultura pasó su infancia y juventud dedicada a las faenas de la labranza, tareas que le inculcaron desde niña y que realizó toda su vida en aquel lugar, apartado entonces de toda civilización, y donde tan sólo existían unos treinta vecinos, reducidos hoy en día a siete. Se casó muy joven con Benigno Pampín Quintela, un trabajador llegado a aquellas tierras procedente de la provincia de A Coruña para realizar trabajos de acondicionamiento y carpintería en las viviendas de la zona, y de cuyo matrimonio nacieron cinco hijas cuatro de los cuales son mujeres y uno varón; Hermitas, Amparo, Carmen (emigrada a Brasil) Delfina y José, quedándose sola tras su casamiento pues su marido tenía que irse de casa por largas temporadas para buscar trabajo, emigró a Cuba y en su regreso hubo de marchar a la contienda civil del 36 falleciendo poco tiempo después. Viuda muy pronto y con pocos recursos, y con sólo la Divina Providencia y el fruto del esfuerzo del trabajo del campo hubo de sacar su vida y sus hijos adelante en medio de una serie de vicisitudes propias de aquellos años. Sus tareas diarias y de siempre, atender los animales y el campo, mientras sus hijos recibían la educación y enseñanza que les impartía en condiciones muy precarias un maestro llamado Sr. Canitrot en una pequeña escuela cercana a la capilla de la Virgen de ….. ubicada en la carballeira de…….fue lugar de gran devoción y romería el 7 de septiembre de cada año.

A su edad, 102 años camino de 103, Josefa se encuentra en perfecto estado de salud, tan sólo padece de sordera-¿y quién no a esa edad?- pero goza de buen apetito, come bien y de todo, no necesita del cuidado permanente de otras personas y se desenvuelve ella sola en los quehaceres de la casa donde nació, edificación hoy mejorada, por supuesto, en compañía de Delfina una de su hijas y a cuyo hogar acuden a visitarla el resto de sus hijos y sus 9 nietos, 11 bisnietos y un tataranieto.

La vida sigue transcurriendo para Josefa como siempre, rodeada de recuerdos de los diarios aconteceres vividos en su aldea de A Grela, un recuncho allá en Codeseda donde vió la luz hace ahora 102 años largos, donde se se crió, se educó y sobrevivió junto a sus hijos a base de los duros trabajos de la labranza.

Lejos del mundanal ruído pasaban los años para Josefa, entre las nieves del invierno, la hermosura de la primavera, el caluroso sol del verano y los vientos y las lluvias del otoño, en un lugar que nunca abandonó a pesar de los pesares, disfrutando de un entorno puro y lleno de paz y sosiego, condiciones estas que sin lugar a dudas han sido las que propiciaron que al igual que otras de las “abuelas de Galicia” pudiese llegar a edad tan avanzada y en unas condiciones de salud que otros aún siendo más jóvenes quisiéran para sí.

Josefina, avoa de Ubaldo.

Nota: Artigos publicados no Diario de Pontevedra.

2 comentarios en “UBALDO, PANADEIRO DESDE QUE NACEU

  1. ANTONIO

    HOLA JUANJO! QUE INTERESANTE Y LINDO LO QUE CONTAS

    A PROPOSITO TE COMENTO QUE UN ARGENTINO GAITERO QUE VOS CONOCERAS, SEGURAMENTE ( ANDRES O WALTER ) , ESTA TRABAJANDO EN UNA PANADERIA COMO LA QUE CUENTAS… PERO DEL SIGLO XVI! ES EN CORUÑA . Lo mandaron de aprendiz al horno de leña! jaja de la gaita , pobre ..

    saludo grande amigo!

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